Innovación y sostenibilidad para impulsar la economía azul

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Su Plan Estratégico prevé reducir un 50% las emisiones de GEI en el año 2025 y que las actividades portuarias sean neutras en 2050

 

Barcelona y su puerto han evolucionado juntos a lo largo de los siglos. La capital catalana no podría ser una ciudad industrial, comercial y abierta sin contar con un puerto de primer orden que le ha facilitado la llegada de materias primas y, al tiempo, enviado su producción a todo el mundo. Los responsables de esta potente plataforma económica que es Port de Barcelona destacan en su Plan Estratégico 2021-2025 los ejes de la sostenibilidad ambiental, social y económica con el objetivo de superar los 70.000 millones de euros del valor del comercio exterior, electrificar el 50% de los muelles de contenedores y cruceros y llegar a los 40.000 trabajadores.

La creación de un distrito tecnológico de economía azul es uno de los proyectos que actuará de motor para que ese crecimiento sea respetuoso con el medio ambiente.

La economía azul aporta el 5% del PIB mundial y, en España genera unos 23.000 millones de euros de valor añadido bruto y más de 691.000 empleos, según la Red Española del Pacto Mundial. El distrito tecnológico tiene su embrión en el Pier01, un ‘hub’ portuario integrado por más de un centenar de empresas y startups y localizado en el área ciudadana de las instalaciones, el Port Vell, que es donde se concentra una intensa actividad y ejerce de polo de atracción de inversiones y talento. Allí se desarrollan actividades de pesca, amarres, reparación y mantenimiento de embarcaciones de ocio, clubes deportivos históricos, restauración y hostelería, además de citas multitudinarias a lo largo del año, como el Salón Náutico o la Feria de Navidad.

Formación y empleo

El desarrollo de una formación sectorial de calidad, con la creación de un centro integrado de formación logística-portuaria también convertirá este espacio en una pista de aterrizaje de empresas tecnológicas y del mundo académico y del sector marítimo para desarrollar una nueva actividad económica en el ámbito de la economía azul. Según Port de Barcelona, estos proyectos facilitarán la creación de nuevos empleos de calidad dentro de un sector que actualmente ocupa a unas 15.000 personas y genera 3.750 millones de facturación anual en la ciudad de Barcelona, por lo que representa el 4,3% de su PIB y el 1,4% de su empleo.

La vertiente medioambiental aspira a tener electrificados en 2025 la mitad de los muelles para barcos de contenedores y de transporte de vehículos rodados, para disponer de una red de conexiones a energía de origen renovable que permita que las naves apaguen sus motores y dejen de emitir fuel cuando se encuentren amarradas en el puerto. Y en cuanto a la sostenibilidad social, el horizonte fijado es alcanzar las 40.000 personas trabajando diaria o regularmente en la infraestructura. El objetivo global es trascender la clásica función de puerto orientado al tráfico marítimo para consolidarse como un espacio multidisciplinario donde confluyan todos los medios de transporte. La apuesta intermodal parte de incrementar los tráficos ferroviarios con su ‘hinterland’ que ahora llega a Aragón y el sur de Francia, así como las denominadas autopistas del mar con Italia, el Magreb y el Mediterráneo oriental, generando cadenas logísticas más sostenibles y eficientes.

Iniciativa global

Para ser parte de la solución frente a la emergencia climática, las autoridades portuarias se proponen reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero en el año 2030 y convertir la infraestructura en un puerto neutro en emisiones de CO2 en el horizonte del 2050. Para lograrlo, el plan de electrificación prevé una inversión de 90 millones de euros, parte de los que se han pedido a los fondos Next Generation de la Unión Europea. En unos meses se prevé poner en marcha dos proyectos piloto en una terminal de contenedores y en otra de ferrys, de manera que en 2022 los barcos puedan ya conectarse a la red eléctrica. Ambas terminales servirán de referencia para la posterior implantación con el propósito de que en 2030 la mayoría de muelles estén electrificados, señalan sus responsables.

Port de Barcelona lidera el grupo OPS de suministro energético terrestre dentro del Programa de Acción Climática Portuaria Mundial (WPCAP), una alianza impulsada por algunos de los principales puertos del planeta, entre los que destacan Rotterdam, Hamburgo, Los Ángeles o Montreal, entre otros. Una de las iniciativas más relevantes de esa alianza es la reducción de las emisiones contaminantes mediante el fomento de la electrificación de muelles en los puertos de todo el mundo.

Fuente: https://www.abc.es/